Adios, Clemente.

No se como encajar esta situación, desde la impotencia, angustia, desesperación, tristeza, soledad, en un momento que no entiendo nada.

Amigo Jose desde la distancia espero que nos estes viendo, nosotros no te olvidaremos y yo jamás olvidaré aquellos momentos vividos, donde la montaña nos a regalado experiencias inolvidables, rapeles nocturnos donde con un grito seguias mis pasos, aproximaciones interminables y escaladas ambiciosas, quedando grabado para siempre en mi retina y a la vez en un abrir y cerrar de ojos la montaña nos arrebata lo mejor que tenemos, dejándonos vacios y sin control.

Jose, gracias por compartir estos momentos tan llenos de alegrias y recompensas, descansa en paz, nosotros seguiremos luchando por sobrevivir el dia a dia y ten seguro que allá donde vaya te llevaré en un rinconcito de mi corazon.

Refugio del Valle de Otal.